Caso clínico: Femenina entra a UCI con síntomas hepáticos y sospecha de Colangiocarcinoma


El colangiocarcinoma es un tipo raro de cáncer que se origina en los conductos biliares, los cuales transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Dependiendo de su ubicación, se clasifica en tres tipos principales:


El colangiocarcinoma es un tipo raro de cáncer que se origina en los conductos biliares, los cuales transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado. Dependiendo de su ubicación, se clasifica en tres tipos principales:

1. Intrahepático: Se origina en los conductos biliares dentro del hígado.

2. Perihiliar (o hiliar): Comienza en la región donde los conductos biliares salen del hígado.

3. Distal: Se forma en los conductos biliares más cercanos al intestino delgado.

Los síntomas iniciales del colangiocarcinoma pueden ser vagos, como ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos), picazón en la piel, dolor abdominal, pérdida de peso y fatiga. Este cáncer suele diagnosticarse en etapas avanzadas, ya que los síntomas tempranos no siempre son evidentes.

El tratamiento depende del estadio del cáncer e incluye opciones como cirugía para extirpar el tumor, quimioterapia, radioterapia y en algunos casos, trasplante de hígado.

Presentación del caso.-

La paciente, al presentar ictericia de grado III junto con prurito generalizado, anemia microcítica, hiperbilirrubinemia directa e hiperfosfatemia alcalina, puede estar manifestando un cuadro relacionado con un problema hepático de colangiocarcinoma. La ictericia indica una acumulación de bilirrubina, especialmente la directa, lo que sugiere que puede haber una obstrucción en los conductos biliares.

Para determinar la causa exacta, sería necesario realizar estudios complementarios, como:

Ecografía abdominal o tomografía computarizada (TC) para identificar obstrucciones en los conductos biliares.

Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM) para visualizar los conductos biliares.

Biopsia hepática si se sospecha de una causa tumoral o infiltrativa.

La combinación de la anemia microcítica sugiere un proceso crónico, y la hiperfosfatemia alcalina indica daño a los conductos biliares o al hígado.

La ecografía describe en segmento V masa sólida, de bordes mal definidos e hipoecoica. La tomografía evidencia la misma lesión, heterogénea de predominio hipodenso y realce periférico sin extensión ganglionar regional ni a distancia (Figura 1). La resonancia magnética (RNM) muestra presencia de masa en la confluencia de los conductos hepáticos, hipointensa con realce centrípeto gradual, así como retracción capsular, sin infiltración periductal; en todos los estudios hay dilatación retrógrada de conductos biliares (Figura 2). El estudio histopatológico arrojó colangiocarcinoma hiliar grado II (Figura 3). Se ejecutó dilatación con balón y endoprótesis tipo Ámsterdam con mejoría clínica.

Discusión

La descripción ecográfica de una masa sólida, de bordes mal definidos e hipoecoica en el segmento V** del hígado sugiere la posibilidad de un proceso maligno, como colangiocarcinoma intrahepático, que puede estar asociado con las características clínicas de la paciente (ictericia, prurito, hiperbilirrubinemia). Las masas hipoecoicas con bordes irregulares son típicamente sospechosas de malignidad.

El siguiente paso profundiza el diagnóstico con estudios adicionales, como una **resonancia magnética (RM)** con contraste para caracterizar mejor la lesión y evaluar su extensión, o una **biopsia** para confirmar la naturaleza de la masa. Esto permitiría tomar decisiones más precisas respecto al tratamiento, que puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia según la naturaleza y el estadio del tumor.

La tomografía confirma la lesión hepática previamente observada en la ecografía, describiéndola como heterogénea de predominio hipodenso con realce periférico lo que es característico de masas malignas, como el colangiocarcinoma intrahepático. El hecho de que no se observe extensión ganglionar regional ni a distancia es un dato positivo, ya que sugiere que el tumor está localizado, lo que puede mejorar las opciones de tratamiento.

Tratamiento

Opciones de tratamiento más comunes:

  1. Cirugía:

    • Resección quirúrgica: Si la masa es resecable (es decir, se puede extirpar completamente), esta es la opción más efectiva y puede ofrecer la mejor posibilidad de curación. En el caso de colangiocarcinomas intrahepáticos, puede incluir la hepatectomía (extirpación de parte del hígado).
    • Trasplante de hígado: En ciertos casos, si la paciente es candidata y el tumor es pequeño, el trasplante puede ser una opción.
  2. Tratamiento adyuvante:

    • Si se realiza una cirugía, se puede considerar la quimioterapia o la radioterapia postoperatoria para reducir el riesgo de recurrencia.
  3. Quimioterapia:

    • Si el tumor no es resecable o hay metástasis, la quimioterapia es una opción. Regímenes como gemcitabina con cisplatino son comunes.
  4. Radioterapia:

    • Puede ser utilizada para tratar tumores no resecables o como paliativo para aliviar síntomas.
  5. Cuidados paliativos:

    • Si la enfermedad es avanzada y no hay opciones curativas, el enfoque se centrará en el alivio de los síntomas y la mejora de la calidad de vida.

Es esencial que el tratamiento sea decidido en conjunto por un equipo multidisciplinario, que incluya oncólogos, cirujanos, radiólogos y otros especialistas, y que se discutan las opciones con la paciente y su familia para tomar decision

Referencias bibliográficas

1. Joo I, Lee JM, Yoon JH. Imaging diagnosis of intrahepatic and perihilar cholangiocarcinoma: recent advances and challenges. Radiology. 2018; 288 (1): 7-13. Available in: https://doi.org/10.1148/radiol.2018171187 [ Links ]

2. Bosman FT. WHO classification of tumours of the digestive system. 4th ed. Lyon: International Agency for Research on Cancer, 2010. pp. 219-273. [ Links ]



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