Caso clínico: Procedimiento para una colecistitis en paciente de 35 años
La colecistitis es la inflamación de la vesícula biliar, un pequeño órgano en forma de pera ubicado debajo del hígado, que almacena la bilis. Esta inflamación suele ocurrir debido a la obstrucción del conducto cístico por cálculos biliares (colelitiasis), aunque también puede ser causada por infecciones, tumores o problemas en los conductos biliares.
Tipos de colecistitis:
1. Colecistitis aguda: Es de inicio súbito y suele ser muy dolorosa. Se caracteriza por dolor intenso en el cuadrante superior derecho del abdomen, fiebre, náuseas y vómitos. La mayoría de los casos son causados por cálculos biliares.
2. Colecistitis crónica: Se desarrolla gradualmente debido a episodios recurrentes de inflamación. El daño a largo plazo puede provocar un engrosamiento de las paredes de la vesícula.
Síntomas comunes:
Dolor en la parte superior derecha del abdomen, que puede irradiar al hombro o la espalda.
Fiebre.
Náuseas y vómitos.
Sensibilidad abdominal al tacto.
Ictericia (color amarillento de la piel y los ojos) si hay obstrucción del conducto biliar.
Causas:
Cálculos biliares (colelitiasis): La causa más común. Los cálculos bloquean el conducto cístico, impidiendo la salida de la bilis, lo que provoca la inflamación.
Infecciones: Las bacterias pueden infectar la vesícula, causando inflamación.
Lesiones: Daño en la vesícula por cirugías o traumatismos.
Tratamiento:
En la mayoría de los casos, el tratamiento definitivo es la colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar), que puede ser realizada mediante cirugía laparoscópica, un procedimiento mínimamente invasivo.
En casos leves, el tratamiento inicial puede incluir reposo, ayuno, antibióticos y analgésicos.
Sin tratamiento adecuado, la colecistitis puede generar complicaciones graves como infecciones severas, gangrena de la vesícula o perforación, lo que requiere atención médica urgente.
Ingreso a UCI:
Motivo: Paciente de 35 años ingresa a la UCI con dolor abdominal severo en la zona de la vesícula de 8 horas de evolución, acompañado de presión arterial ligeramente elevada.
Evaluación inicial: Se realiza una revisión bacteriana para descartar infección hepática, con resultado negativo. Los estudios de imagen confirman colecistitis aguda sin complicaciones infecciosas ni abscesos.
Decisión: Debido al dolor y el riesgo de empeoramiento, se programa una colecistectomía laparoscópica no invasiva a las 4 AM.
Procedimiento Quirúrgico (Colecistectomía Laparoscópica):
Duración: Aproximadamente 1-2 horas.
Descripción: Bajo anestesia general, se realizan pequeñas incisiones para insertar una cámara y herramientas quirúrgicas, permitiendo la extirpación de la vesícula biliar inflamada.
Resultados: El procedimiento se realiza sin complicaciones. No se observan signos de infección ni daño hepático significativo adicional.
Traslado a Piso Postoperatorio:
Monitoreo Inicial: El paciente es trasladado del quirófano a una unidad de recuperación y luego a piso postoperatorio.
Medidas de seguimiento inmediato:
Control continuo de signos vitales, con especial atención a la presión arterial y el dolor.
Revisión de los sitios de incisión para detectar posibles signos de infección o sangrado.
Recomendaciones Postoperatorias:
1. Monitoreo:
Continuar observando signos de infección (fiebre, enrojecimiento en el área quirúrgica) y complicaciones abdominales (distensión, dolor intenso).
Control de la presión arterial, ya que estaba ligeramente elevada previo a la cirugía.
2. Medicación:
Analgésicos para el dolor, ajustados según necesidad.
Antibióticos profilácticos si se considera necesario, aunque no hubo evidencia de infección previa.
3. Dieta:
Iniciar con líquidos claros y avanzar gradualmente a una dieta blanda baja en grasas.
Evitar comidas grasosas y pesadas durante las primeras semanas para prevenir molestias digestivas.
4. Movilización Temprana:
Fomentar que el paciente comience a caminar tan pronto como sea posible para prevenir complicaciones como trombosis venosa profunda y promover la recuperación intestinal.
5. Cuidado de las Incisiones:
Mantener limpias y secas las áreas de las incisiones.
Cambiar los vendajes según lo indicado y observar cualquier signo de infección (pus, enrojecimiento, dolor intenso).
6. Alta y Seguimiento:
Si no hay complicaciones, el paciente puede ser dado de alta dentro de 24-48 horas.
Programar una cita de seguimiento en 1-2 semanas para revisar la cicatrización y resolver cualquier duda.
El paciente debe ser informado sobre signos de alarma (fiebre, dolor abdominal severo, ictericia) que requieren atención inmediata.
7. Recomendaciones a Largo Plazo:
Dieta equilibrada baja en grasas durante los primeros meses para evitar molestias digestivas tras la extirpación de la vesícula.
Instrucciones sobre actividad física: evitar esfuerzos físicos fuertes durante las primeras semanas hasta la completa recuperación.